¿Cómo escoger operadora de pensión?
En mi última publicación les conté un poco sobre la importancia que tiene el ahorro de pensión. Ahorrar, de forma disciplinada, un porcentaje base de nuestro ingreso, es la clave para alcanzar una vejez en la que podremos disfrutar de nuestras pasiones, viajar, compartir momentos valiosos con seres queridos y, sobre todo, tener la tranquilidad de que nuestras necesidades están cubiertas.
Al planificar nuestro retiro, ninguna decisión es tan importante como la de ahorrar, de forma decidida, este porcentaje de nuestro ingreso. Es tan importante dar este paso, que sin él, cualquier otra decisión se torna casi irrelevante.
Pero, ¿qué pasa cuándo ya estamos haciendo el ahorro para nuestra pensión complementaria? ¿Hay algo más que podamos mejorar?
Operadoras de Pensión Complementaria
En Costa Rica, la administración del ahorro de pensión le corresponde a las operadoras de pensión complementaria (OPCs). Hay seis OPC activas en este momento: BAC Pensiones, BCR Pensiones, BN Vital, OPC CCSS, Popular Pensiones y Vida Plena.
El siguiente paso en la planificación de nuestro retiro es seleccionar la OPC que va a administrar nuestro ahorro.
Pensémoslo de esta forma:
Podemos imaginar la jubilación como un imponente rascacielos que deseamos construir. El ahorro es el material del edificio: cada aporte que hacemos es un ladrillo, una viga o un ventana que se añade al edificio. Sin este material, no hay construcción. Sin embargo, no basta con tener materiales de la más alta calidad para tener el resultado que queremos; es fundamental contar con un arquitecto experto que diseñe y guíe la construcción, asegurándose de que nada se desperdicie y que el edificio sea sólido.
En este ejemplo, las operadoras de pensión juegan el rol de esos arquitectos especializados. Escoger al arquitecto correcto, por lo tanto, es una decisión que determinará la vista panorámica que se tendrá al final de la vida laboral.
La administración de nuestra pensión comparte otra característica con este ejemplo. Al igual que cuando se contrata al arquitecto para guiar la construcción del edificio, contratamos la operadora de pensión sin conocer el producto final. Al momento de iniciar, tenemos que depositar la confianza en alguien que podría o podría no ser capaz de entregar lo que prometió, y lo hacemos seleccionando a esta persona por encima de sus competidores, sin saber si alguno de ellos habría sido una mejor opción.
Seleccionar una operadora de pensión es una tarea realmente compleja. Tenemos que tomar una decisión esperando resultados futuros que no podemos conocer, en los que juega la destreza, pero también juega la suerte.
¿Cómo selecciona la gente típicamente?
Hay algunas cualidades que pueden diferenciar a las OPC, y se han usado históricamente para tomar la decisión. Entre estas tenemos:
La comisión que se cobra: En el régimen obligatorio, la regulación local fuerza a las OPC a cobrar la comisión más baja del hemisferio. Existe una sola operadora que ofrece leves descuentos en su comisión para este régimen, pero en general, hay muy poca diferenciación por este factor.
En el régimen voluntario hay más espacio para hacer ajustes, pero todas las OPC han establecido niveles prácticamente idénticos en sus comisiones. Acá, la diferenciación trata de establecerse en la forma en la que se cobra: sobre el saldo administrado o sobre la rentabilidad.
Algunas personas deciden con base en las comisiones. Sin embargo, en un panorama de alta similitud en comisiones, buscar hacer una selección a partir del nivel de la comisión es sacrificar los grandes resultados para buscar pequeños ahorros.
La devolución de utilidades: La ley requiere que las OPC de los bancos publicos, BCR, BN y Popular, entreguen anualmente a sus afiliados el 50% de sus utilidades. ¿Suena atractivo, no? Algunas personas seleccionan una de estas OPC para participar de esa devolución, ya sea porque esperan recibir un monto significativo, o porque prefieren ver las utilidades en su bolsillo sobre verlas el bolsillo de la operadora.
Sin embargo, hay que recordar una vez más que las comisiones en Costa Rica son sumamente bajas, y esto lleva a las utilidades de las OPCs a ser muy bajas también. La devolución del 50% de las utilidades llega a sumar entre 7 y 12 diezmilésimas (0.07%-0.12%) del saldo total ahorrado.
En un contexto en el que las rentabilidades anuales pueden variar en varios puntos porcentuales, la diferencia por devolución de utilidades no suele ser importante.
Visto esto llegamos a los dos factores más importantes que la gente considera antes de seleccionar una OPC:
Servicio/afinidad: ¿La OPC me da buen servicio? ¿El acceso online es bueno? ¿Tengo otros servicios en la misma institución financiera? ¿Me cae bien la institución? Estas son consideraciones subjetivas, y por lo general tangenciales, a la calidad de la administración de nuestros ahorros. Pueden usarse, pero difícilmente nos van a ayudar a obtener el mejor resultado.
Los rendimientos históricos: El desempeño histórico es talvez el criterio más común para seleccionar OPC. Es un criterio muy favorecido porque es fácil de encontrar y fácil de comprender.
Volviendo al ejemplo del edificio, es como seleccionar un arquitecto porque he visto el éxito que ha tenido en proyectos anteriores.
Sin embargo, el rendimiento histórico tiene un problema fundamental. Nos interesa ver el futuro, no el pasado: no va a ser muy beneficioso seleccionar una operadora que haya tenido un buen resultado en los últimos 10 años si tiene un muy mal resultado en los próximos 10. Queremos encontrar la que va a tener el mejor resultado a partir de hoy, que es cuando estamos seleccionando, y el rendimiento histórico no nos sirve tan claramente para hacer esta valoración.
Un mejor método para seleccionar: G.E.S.T.O.R.
Estamos buscando un mecanismo que nos ayude a encontrar una OPC en la que podamos confiar por los próximos años. Una OPC que, sin conocer el futuro, cuente con las herramientas necesarias para enfrentar ese futuro desconocido.
Encontrar esa operadora no es una tarea fácil, y desafortunadamente requiere algo de esfuerzo e investigación de nuestra parte.
Sin embargo, les puedo dar una lista de cosas a evaluar, que resumo con el acrónimo G.E.S.T.O.R.:
(G) Gente:
Esencial para cualquier gestor de cartera es el equipo que lo respalda: personal capacitado, con experiencia relevante y comprometido con el bienestar financiero de los clientes. La calidad del equipo determina la eficacia en la toma de decisiones, la investigación de oportunidades y la adaptación a los cambios del mercado.
Lo que esperaríamos encontrar: Acá, es importante verificar que tanto el personal operativo especializado como los miembros del comité de inversiones de la OPC tienen la formación y la experiencia relevante para administrar portafolios de inversión multimillonarios. En estos equipos esperaríamos encontrar cosas como la certificación CFA, posgrados específicos en gestión de portafolios, y décadas acumuladas de experiencia específica en inversiones.
(E) Estrategia:
La estrategia es talvez el elemento más importante para el éxito futuro de las inversiones.
La estrategia es el mapa de ruta. Debe construirse de forma coherente con los objetivos y el perfil de riesgo del inversionista, y seguirse de forma estructurada durante la vida de las inversiones.
Lo que esperaríamos encontrar: Una estrategia de inversión formalmente declarada y comunicada, expresada como porcentajes a invertir por clase de activo, que ayude a un cliente actual o prospectivo a entender el comportamiento esperado de la cartera de inversión.
(S) Seguridad:
Proteger el capital y la información del afiliado es primordial. Esto se traduce en una gestión de riesgo efectiva, una debida diligencia exhaustiva a la hora de seleccionar inversiones y el uso de herramientas informáticas seguras. En esta era digital, garantizar la seguridad de la información personal y financiera es crucial.
Lo que esperaríamos encontrar: Políticas diligentemente aplicadas de gestión de riesgo financiero y no financiero, contemplando en esta última categoría los riesgos de fraude y ciberseguridad.
(T) Transparencia:
Un gestor transparente es aquel que comunica de manera clara y regular todas las acciones y decisiones relacionadas con las inversiones, incluidas comisiones, cargos y desempeño. La transparencia fomenta la confianza y permite a los inversores estar informados y comprometidos.
Lo que esperaríamos encontrar: Facilidad de acceso a toda la información que estamos discutiendo acá. Idealmente la información está publicada y explicada en canales web o redes sociales. Pero, en los casos que no lo esté, no debería haber dificultades para que se le proporcione a cualquier persona. El proceso de gestión de inversiones no debería ser “confidencial” o “secreto industrial”.
(O) Orientación:
Más allá de administrar fondos, una operadora de pensión complementaria tiene el deber de educar y guiar.
Lo que esperaríamos encontrar: Comunicación regular con información relevante y comprensible sobre el sistema de pensiones, la forma en la que se invierte, el mercado financiero, posibles escenarios futuros, riesgos y oportunidades.
(R) Rendimiento:
El rendimiento histórico, sobre todo cuando se usa para hacer un ranking, no es un gran criterio de decisión, pero tiene otras virtudes. El rendimiento histórico adquiere mucho valor al ser comparado con los resultados planificados en la estrategia de inversión. La comparación de la estrategia y el rendimiento histórico nos ayuda a entender la calidad de la gestión: ¿el administrador de portafolio respeta la estrategia? ¿toma riesgos adicionales? ¿si toma riesgos adicionales, estos están recompensados?
Lo que esperaríamos encontrar: El rendimiento histórico debe estar alineado con la estrategia, y debe mostrar un equilibrio entre las ganancias y los riesgos tomados.
Conclusión
El viaje hacia una jubilación segura y tranquila es uno de los desafíos financieros más importantes de nuestra vida. A medida que avanzamos en este camino, nos damos cuenta de que la constancia y la disciplina en el ahorro son esenciales. Pero no podemos olvidar que, al igual que un rascacielos necesita un arquitecto experto, nuestros ahorros requieren de una gestión especializada que los guíe y optimice.
Las OPCs son las encargadas de garantizar que nuestros ahorros crezcan y se multipliquen, preparándonos para esa etapa en la que el trabajo cede paso al descanso y el disfrute. No deberíamos subestimar la importancia de elegir correctamente a la institución que nos dará este servicio.
Vale la pena tomarse el tiempo necesario, buscar la información relevante y hacer una elección informada. Seguir un método comprensivo, como el presentado acá, puede simplificar esa tarea.