Lo que deberíamos saber antes de cambiar moneda
No es extraño escuchar que Costa Rica es una economía con dos monedas: el colón y el dólar. Todos estamos expuestos a que en cualquier momento nos hagan un pago o una transferencia tanto en colones como en dólares, y por esta razón, el precio del dólar y las transacciones cambiarias son una parte ordinaria de nuestras vidas.
Puede ser por la cotidianidad con que todos cambiamos moneda, o los instintos especulativos y de negociante que nos mueven a la hora de hacer transacciones cambiarias, pero existen muchas opiniones sobre cómo es correcto o incorrecto hacer las transacciones, y el tema puede revestir mucha ansiedad.
Hoy quiero sumar un poco a esas opiniones, con una diferencia importante. Quiero explicar un poco cómo funciona el mercado cambiario costarricense, y los incentivos que mueven a los participantes, para que armados con esa información, podamos tomar mejores decisiones a la hora de hacer nuestras transacciones.
Por último, para quienes tengan interés, al final del artículo incluyo una lista de recomendaciones accionables que aprovechan esta información para simplificar la toma de decisiones en materia cambiaria.
Cómo funciona el negocio cambiario
En un nivel básico, un intermediario cambiario compra divisas a un precio y luego las vende a otro, ganando dinero con la diferencia, también conocida como diferencial o spread. Este diferencial es la principal fuente de ingresos del negocio de intermediación cambiaria.
Con estos ingresos, los intermediarios cambiarios deben hacer frente a varios tipos de gastos para operar su negocio. Entre estos están los costos operativos típicos, como los de local, salarios del personal y gastos generales de oficina. Está también el costo de las plataformas tecnológicas que se utilicen.
Uno de los costos más importantes es el de cumplimiento regulatorio. En Costa Rica los intermediarios cambiarios están sujetos a regulaciones estrictas que generan costos de tres tipos: (i) compromiso de capital, (ii) costo del personal y procesos de control, internos y externos, y (iii) costo de oportunidad de los negocios que no se pueden ejecutar por restricción regulatoria.
Además, los intermediarios cambiarios también asumen el riesgo de las fluctuaciones del mercado. Aunque pueden protegerse hasta cierto punto, siempre hay un riesgo inherente de que el valor de las divisas que poseen cambie de manera desfavorable.
En general, el negocio de un intermediario cambiario es un equilibrio entre maximizar el diferencial de las transacciones de divisas y minimizar los costos operativos y de cumplimiento, al tiempo que se manejan los riesgos del mercado de divisas.
En una transacción: Lo que piensa el intermediario
Los intermediarios han fijado un precio de compra y venta a público, que tienen que publicar periódicamente en el Banco Central y honrar en transacciones con cualquier cliente que se les acerque. Estos son precios convenientes para el intermediario, que le generan en promedio un diferencial que le permite cubrir sus costos y riesgos, y obtener una ganancia. Son a la vez los peores precios que el intermediario se anima a ofrecer de forma general a sus clientes, considerando un entorno competitivo en el que los clientes pueden usar otros intermediarios.
Hay tres elementos importantes en este último párrafo que vale la pena detallar. El primero es la referencia a un diferencial que es rentable en promedio. Los intermediarios hacen miles de transacciones todos los días. Algunas les generan costos y riesgos muy bajos, como las que son realizadas por via web con montos pequeños. Algunas les generan costos mucho mayores, como las que son realizadas manualmente en una ventanilla física por un cajero. Otras, en cambio, les generan riesgos más importantes, como las que son realizadas hacia el final del día por montos grandes. No todas las transacciones son iguales, y si el intermediario pudiera escoger, haría cobros distintos sobre cada una. Pero como no existe mucho espacio para ponerle precio distinto a cada transacción, se escoge un precio que genere un diferencial suficientemente alto como para que, en promedio, mantenga la rentabilidad del negocio.
El segundo elemento importante que mencioné es que los intermediarios operan en un entorno competitivo. Siempre puede haber un intermediario que se lleve los clientes si ofrece un mejor precio.
El tercer elemento es que el precio publicado es el peor precio ofrecido por el intermediario. La regulación no le permite a los intermediarios hacer transacciones a precios menos competitivos que los que reportan, pero les da flexibilidad para hacer transacciones a precios mejores.
Así, tenemos tres cualidades importantes de la actividad del intermediario:
Heterogeneidad de costos de transacción.
Entorno competitivo.
Posibilidad de ofrecer precios mejores a los publicados.
Al considerarlos en conjunto, ¿qué podríamos concluir? Que los intermediarios podrían tener la capacidad, y el interés, de ofrecer precios mejores a los publicados, en tanto se ofrezcan sobre una transacción de bajo costo relativo y en la que varios competidores podrían estar interesados.
Estas transacciones son las mismas: las transacciones individuales de mayor volumen. Posiblemente al intermediario no le interese ofrecer precios mejores a los publicados en transacciones de $20 o $300. Pero sí será de interés del intermediario ofrecer un precio mejor al publicado en transacciones de $5 000. Y será de interés del intermediario ofrecer mucho mejores condiciones en una transacción de $100 000.
Los intermediarios, en general, están abiertos a hacer transacciones en condiciones más favorables para el cliente, cuando también sea favorable para ellos. Pero en una mayoría de casos, no tendrán interés en operar en condiciones distintas a las publicadas.
En una transacción: Lo que piensa el cliente
La percepción general es que la persona que hace una operación cambiaria quiere hacerla siempre al mejor precio posible. Esto no es del todo cierto.
Hay al menos una forma muy transparente de mejorar precios, y es haciendo siempre las transacciones en el intermediario que publique el mejor precio. Esto puede requerir el esfuerzo de tener cuentas abiertas en varias entidades financieras, monitorear las ofertas en ventanilla de cada una, y hacer traslados constantes de fondos para encontrar los términos más convenientes. Si el precio fuera el único factor de decisión, veríamos muchos movimientos de este tipo, pero la verdad es que estos movimientos no son tan comunes.
El precio es una consideración a la hora de hacer la transacción, pero hay al menos otros dos factores importantes que se toman en cuenta: la simplicidad del proceso, y la inmediatez. Así, en muchos casos, el cliente va a aceptar un precio menos competitivo si puede hacer su transacción de forma simple y rápida, contra un precio más competitivo que requiere un proceso complejo que puede tomar horas o días para finalizar.1
Para esto también se debe tener en contexto el beneficio total de buscar un mejor precio. Si estoy vendiendo $20 y mejoro mi precio en un colón por dólar, me gané ₡20. Incluso si mejoro mi precio en cinco colones por dólar, un resultado fuera de lo común, me gané ₡100. Estos montos casi con certeza no justificarían el esfuerzo adicional requerido para mejorar el precio. Pero, si estoy vendiendo $10 000 y mejoro el precio en uno o dos colones por dólar, la diferencia empieza a valer la pena.
Recomendaciones: ¿Qué hacer?
Tomando todo lo anterior en consideración, en esta sección propongo una serie de reglas para simplificar las decisiones alrededor de las transacciones de moneda.
Recomendaciones generales, asociadas al funcionamiento del sistema
En lo posible, consolide sus transacciones y haga la transacción más grande que pueda. Si la transacción consolidada supera los $1000, revise la sección correspondiente más adelante.
En lo posible, no haga transacciones de noche o en fin de semana. Los intermediarios no operan en estos horarios, y reducen sus riesgos ampliando los diferenciales de precio.
En lo posible, no cambie moneda en aeropuertos :)
Si su transacción es menor a $1 000
Hágala. Dedique su atención a otras cosas más importantes.
Si su transacción está entre $1 000 y $3 000
Si tiene cuenta activa en más de un intermediario, revise el precio ofrecido en ambos, y haga la transacción en el más competitivo.
Si su transacción está entre $3 000 y $20 000
En este rango, los intermediarios sí hacen mejoras en precio, que van a ser más importantes en tanto más aumente el monto. Consulte en su intermediario el mecanismo para obtener un tipo de cambio preferencial y pida una cotización. Estos mecanismos no suelen ser públicos, y es necesario consultarlos.
Repita en los intermediarios en los que tenga cuenta activa, y escoja el mejor precio.
Si su transacción es mayor a $20 000 y prefiere no correr con riesgos o retrasos innecesarios
Repita los pasos del punto anterior. Si la transacción es recurrente, podría valer la pena abrir más cuentas y tener más opciones de precios competitivos.
Si su transacción es mayor a $20 000, quiere obtener el mejor precio posible y disfruta la aventura
Abra una cuenta en Central Directo (requiere firma digital), transfiera sus fondos a las cuentas de Central Directo, y haga la transacción por medio del mercado mayorista MONEX. Es importante notar que el horario de operación es entre 12pm y 1pm en días hábiles. Este es el mecansimo más complejo y menos conveniente. No lo encuentro recomendable para la mayoría de la gente porque es muy fácil para quien no tiene experiencia cometer errores2.
Por esta razón, por ejemplo, la gente sigue cambiando moneda en los aeropuertos, aunque sabe que no está recibiendo buenos precios.
Sospecho que muy pocos de mis lectores están en este último grupo, pero si hay interés, puedo hacer una guía de uso. Si a alguien le interesa, por favor levante la mano.