Recientemente se han registrado dos tendencias en las estadísticas de empleo de Costa Rica1:
Se ha venido reduciendo la tasa de desempleo, desde un nivel de 24% en los primeros meses de la pandemia hasta un nivel de 7.2% en noviembre 2023, su punto más bajo en cerca de 15 años.
Se ha venido reduciendo el número de personas con empleo. Puntualmente, en el último año de datos, iniciando en octubre 2022, se ha visto una reducción de más de 100mil personas ocupadas.
Observar de forma simultánea estas dos tendencias es, hasta cierto punto, paradójico. ¿Hay menos empleados, y al mismo tiempo menos desempleo? ¿Cómo podemos explicar algo así?
Hoy quiero tratar de explicar la stiuación usando la técnica de los “5 porqués”. Los 5 porqués son una técnica de análisis que se utiliza para explorar las relaciones de causa y efecto subyacentes a un problema particular. La premisa básica de la técnica es preguntar "¿por qué?" cinco veces para llegar a la raíz de un problema y comprender la cadena causal que lleva a un resultado específico2.
1. ¿Por qué caen simultáneamente el desempleo y los empleos?
Para entender por qué pueden estar cayendo simultáneamente el desempleo y los empleos, tenemos que repasar la definición de desempleo. El desempleo se define como la situación en la que una persona que está activamente buscando trabajo no puede encontrarlo. Acá, es importante enfocarse en el concepto de búsqueda. No se consideran desempleados, evidentemente, las personas que no buscan activamente porque ya tienen trabajo. Pero tampoco se consideran desempleados las personas que no buscan porque ya no tienen interés en trabajar.
Podemos entonces, apegándonos a las definiciones formales, tener un bajo nivel de desempleo, es decir, poca gente buscando trabajo, porque (1) hay muchos trabajos disponibles para quien busca, o porque (2) a pesar de que hay pocos trabajos disponibles, hay menos interesados en buscarlos.
Esto último es lo que está pasando en el país. Hay menos empleados y menos desempleados, porque hay, en agregado, menos gente interesada en trabajar.
Tradicionalmente, a las personas que ya no tienen interés en trabajar se les ha conocido como “desalentados“. Este término proviene de la observación hecha, en algún momento de la historia, de que la causa más común para dejar de buscar trabajo era el fracaso constante en esa búsqueda. Se notaba cómo la gente, luego de no encontrar trabajo por periodos largos, optaba por abandonar sus aspiraciones de encontrar empleo, y experimentaba una precarización de sus condiciones.
Por este motivo, cuando en un país se observa algo como lo que está pasando en Costa Rica, se entra en un estado de alerta: ¿estamos frente a una ola de personas desalentadas? ¿tenemos una economía con pocas oportunidades, que sistemáticamente margina a una parte creciente de la población? ¿podemos esperar mayores índices de pobreza y desigualdad?
2. ¿Por qué motivo sale la gente de la fuerza laboral?
Es importante saber qué es lo que puede estar pasando, y lo que puede explicar las salidas de la fuerza laboral.
En el formulario usado para la Encuesta Continua de Empleo se le pregunta a la gente que no está trabajando ni buscando trabajo por el detalle de su situación. Aunque esta información no se suele publicar, y no se discute regularmente, es información que está a disposición de quien la solicite.
Recientemente, el Banco Central de Costa Rica hizo y publicó un análisis de las respuestas a la encuesta, en donde se aclaran, por grupo de edad, los diversos motivos por los cuales la gente abandona la fuerza laboral.
El estudio resume sus hallazgos en gráficos en los que se presenta, de forma acumulativa, el número de personas que han salido de la fuerza laboral desde febrero de 20203 para cada grupo poblacional y causa.
Se presenta, primero, el caso de las personas jóvenes (15-24 años) y las personas mayores (60 años y más). En general, se encuentra que las personas jóvenes han dejado la fuerza laboral por lo que se clasifica como “motivos personales” pero parecería representar dedicación al estudio. La gente de mayor edad, por su parte, ha salido de la fuerza laboral por lo que se clasifica como “vejez”, y está asociado a la jubilación.
Hasta acá, todo es muy razonable. Tenemos menos gente joven interesada en trabajar, al menos temporalmente, para dedicarse al estudio, lo que es común luego de periodos de incertidumbre como la pandemia, y tenemos menos gente mayor interesada en trabajar, pues aprovechan para acogerse a su pensión. Esta última tendencia se acelera además por motivo de los cambios en las reglas para acogerse a la pensión anticipada, que entran a regir a partir de 2024.
Ahora, ¿qué pasa con la gente en edades productivas (de 25 a 59 años)?
De acuerdo con el estudio del BCCR, este grupo sale de la fuerza laboral principalmente por lo que se cataloga como “obligaciones familiares” y se refiere al cuido de niños y adultos mayores, así como a las labores domésticas. Se encuentra además que la gran mayoría de personas que abandonan la fuerza laboral por este motivo son mujeres.
Como grandes observaciones, podemos ver que la mayor cantidad de salidas se da en el grupo de las personas mayores, que buscan su jubilación, aunque cerca de la mitad de las salidas se da en el resto de la población. Vemos también que lo que se calificaría como “desalentados” representa un porcentaje muy pequeño de las personas que dejan la fuerza laboral, en todos los grupos poblacionales4.
3. ¿Por qué le es posible a la gente salir de la fuerza laboral?
Hay muchas personas dejando la fuerza laboral. Hasta donde se puede observar, son salidas voluntarias y no son particularmente motivadas por la desesperanza, por baja disponibilidad de empleo o por rigideces en el mercado. El caso de los jubilados no requiere más explicación, pero los casos de las personas jóvenes y en edad más productiva sí se beneficiarían de un mayor análisis. Sería razonable esperar, por ejemplo, que estas salidas, voluntarias o no, empeoren la situación económica de las familias costarricenses: si hay menos gente trabajando, hay necesariamente menos ingresos, y deberíamos observar un empeoramiento de las estadísticas de pobreza y desigualdad.
En Costa Rica, la fuente oficial de estadísticas de pobreza y desigualdad es la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). De acuerdo con la ENAHO, en el periodo que hemos visto mayor caída en el número de personas empleadas (entre 2022 y 2023), la pobreza también ha caído. Esto es cierto de acuerdo con las dos escalas que se tienen para medir la pobreza en el país: la línea de pobreza (LP), y el índice de pobreza multidimensional.
Por su parte, la desigualdad, medida con el coeficiente de Gini, también se redujo levemente en el mismo periodo. Lo podemos ver, de nuevo, en los datos extraídos de la Encuesta Nacional de Hogares (valores más bajos para el coeficiente de Gini reflejan menos desigualdad):
Vemos entonces que, en el mismo año que se reduce el número de personas con empleo y, supondría uno, los ingresos de las familias, vemos mejoras en los indicadores de pobreza y desigualdad. ¿Cómo es posible esto?
El estudio del Banco Central y la misma Encuesta Nacional de Hogares tienen algunos datos adicionales que nos dan información para responder esta pregunta.
El Banco Central encuentra que los empleos que han desaparecido tienen características particulares. Los empleos que se perdieron eran desempeñados por gente en los grupos de edad de jóvenes o adultos mayores, mientras no hubo cambios significativos en los empleos de la gente en edad productiva. También, los empleos se perdieron mayoritariamente en el sector informal. Y, por último, los empleos se perdieron en actividades de calificación media y baja.
Estos datos nos sugieren que, por lo general, la gente que sale de la fuerza laboral no tiene condición de jefe de hogar, y no se dedica a actividades bien remuneradas.
Aparte de esto tenemos las cifras de ingreso real de los hogares que calcula el INEC a partir de la ENAHO, en donde vemos que desde el inicio de la pandemia, en 2020, los hogares han disminuido su ingreso mensual entre un 10% y un 15%, y que esta reducción ha persistido por varios años.
Reunimos así una serie de datos que nos empiezan a dar una idea de lo que puede estar pasando. Tenemos gente que sale de la fuerza laboral, entre los que contamos principalmente a personas jóvenes, adultos mayores y mujeres. Luego, vemos que la gente que sale de la fuerza laboral no se dedicaba a actividades de alta remuneración, y no estaba en la economía formal. Vemos además que los hogares han reducido su ingreso promedio, pero que no hay caídas significativas en el extremo inferior de los ingresos, caídas que pudieran causar mayor pobreza.
Al combinar todas estas realidades, podemos concluir que lo que está ocurriendo es algo muy particular: No salen de la fuerza laboral las personas que aportan el ingreso principal al hogar, sino personas que aportaban un ingreso secundario, y las familias están acomodándose para que una menor cantidad de sus miembros tenga un trabajo regular. Donde antes una familia tenía 3 ingresos, ahora tiene 2. Donde antes había 2 ingresos, ahora hay 1. Algunas de las personas que no trabajan pasaron a dedicarse al estudio, algunas al cuido.
Además, podemos intuir que en estos arreglos familiares, las personas que terminan saliendo de la fuerza laboral son aquellos que tenían ingresos más bajos e irregulares, pues tienen un menor costo de oportunidad por dejar de trabajar.
4. ¿Por qué hay menos personas trabajando por familia?
Esta pregunta es más difícil de responder, y a partir de acá empiezo a entrar en terreno especulativo.
Mi hipótesis principal es que las jornadas laborales costarricenses son en general demasiado largas y demasiado rígidas.
Por ejemplo, al comparar con países de la OECD, Costa Rica tiene una de las mayores cargas de trabajo si lo medimos por horas laboradas. En Costa Rica se trabaja un 70% más de horas al año que en países como Alemania o Dinamarca.
Podemos sumar esto a elementos como el menor tamaño de los grupos familiares en la sociedad costarricense, que vemos abajo. De acuerdo con estos datos, los hogares han perdido en promedio 2.5 integrantes en los últimos 50 años, con una parte importante del cambio en los últimos 10 años.

Y todo esto, lo observamos en conjunto con un encarecimiento de los costos del servicio doméstico5, lleva a una situación en la que la atención de las obligaciones familiares de cuido y trabajo doméstico se hace insostenible (o al menos muy difícil) si no hay algún miembro de la familia que pueda salir de la fuerza laboral y asuma las responsabilidades del hogar.
5. ¿Por qué hay poco equilibrio entre la vida laboral y familiar?
Llegamos a un punto de esta narrativa en el que hemos explicado la paradoja del empleo costarricense con una decisión razonada de las familias que lleva a algunos de sus miembros a salir de la fuerza laboral. Pero, ¿por qué en Costa Rica se tiene que tomar esa decisión? ¿No es posible que exista un equilibrio, que le permita a una mayoría de las personas en edad productiva trabajar?
La posibilidad de responder la pregunta excede las capacidades de un humilde boletín como este, pero podemos al menos apuntar en la dirección de los factores que nos llevarían a una respuesta. Quisiera mencionar dos.
El primer factor es el de las jornadas laborales. Si el trabajo de tiempo parcial fuera una opción más accesible, podríamos encontrar que más personas tendrían la oportunidad de repartir su tiempo entre las obligaciones laborales y domésticas, sin tener que escoger una u otra. Sin embargo, existen rigideces culturales, y sobre todo institucionales para esto. Acá, quisiera llamar la atención sobre la dificultad de pagar cargas sociales sobre jornadas de tiempo parcial6.
El segundo factor es el de asistencia en el cuido. Una razón para que las familias requieran que uno de sus miembros se encargue de las obligaciones domésticas es el cuido de niños y de adultos mayores.
Este factor ha sido determinante hasta ahora, pero sólo va a empeorar en años venideros. De acuerdo con las estimaciones de la unidad de población de la ONU, estamos viviendo una era dorada en la que las familias tienen pocas obligaciones de cuido y dependencia, pero entraremos a un periodo de décadas en las que las responsabilidades se van a incrementar significativamente:
El factor del cuido trae implícito además un tema en el que no he profundizado y son los roles de género. El cuido suele ser responsabilidad de las mujeres de la familia. Resolver el tema del cuido no es sólo importante desde un punto de vista de equilibrio vida-trabajo, sino que es un requisito fundamental para una mayor integración de las mujeres a la fuerza laboral.
Habiendo recorrido los 5 porqués, entendemos un poco mejor el fenómeno que estamos viendo hoy, así como las causas que puede tener. Este es un tema complejo, que suele politizarse, por lo que puede valer la pena comprender mejor su dinámica.
¡Les agradezco sus comentarios y aportes!
Las estadísticas de empleo se miden por medio de la Encuesta Contínua de Empleo (ECE), que se publica con un rezago de dos meses.
La técnica de los 5 porqués fue desarrollada por Sakichi Toyoda y posteriormente utilizada dentro de Toyota Motor Corporation durante el proceso de manufactura. Se hizo famosa a través de su inclusión en el Sistema de Producción de Toyota (TPS).
Último mes antes de los cierres asociados al Covid-19.
El valor es incluso negativo en el grupo de 25 a 59, lo que sugeriría la eventualidad de que personas previamente desalentadas se estén reincorporando a la fuerza laboral.
Explicado por un efecto Baumol.
La CCSS ha hecho algunos avances en este tema, con el prorrateo de cuotas, pero la solución no es buena, ni de uso general.
Humberto, brillante como siempre, tu análisis súper claro y preciso.
Un comentario, viendo el gráfico de ingreso real por hogar. Siento que una variable que podría estar jugando ahí es la apreciación que ha tenido el Colón contra el dólar. Esto, como tú sabes, es percibido casi que como un ingreso adicional para aquel que gane en colones y tenga gastos en dólares. Pienso específicamente en aquel que pague su renta/hipoteca en dólares, debe estar contando con un mayor poder adquisitivo que le haya permitido tomar la decisión de “retirar” a la otra persona económicamente activa.
Imagino que no será un sector tan significativo de la sociedad ya que el INEC para el sector vivienda ve variaciones en precio muy muy bajas en comparación a la apreciación del Colón.
Un gran saludo
El fenómeno de la emigración para emplearse en otro país, por tanto impactando en que haya menos gente buscando empleo (con ello desempleada ya que no vive en el país) ¿es marginal?, ¿hay datos objetivos sobre eso?